2. EL NACIMIENTO DE GEMA
+4
yerayeidairaentandem
misangelitos
crisyvictoria
rakimarro
8 participantes
Página 1 de 1.
2. EL NACIMIENTO DE GEMA
NACIMIENTO DE GEMA: (2º)
Habían pasado 2 años desde que nació Nuria y estaba embarazada de nuevo. De unos dos meses, pero ya empezaba la cuenta atrás y mi carrera para conseguir un parto que no tuviera nada que ver con el anterior.
Por aquel entonces internet era una cosa que sólo algunos disfrutaban, y arreglábamos las cosas preguntando mucho y llamando mucho por teléfono. Lo primero que hice fue preguntar a mi vecina, matrona en el hospital de Segovia, si querría atenderme en casa. Su no fue educado pero rotundo: fuera del paritorio no sabría qué hacer. Sólo si se presentaba una emergencia me ayudaría, sóla no me iba a dejar, pero que por favor no le pidiera eso porque nunca lo había hecho y si la sacaban de su centro de trabajo se veía perdida. Me dijo que existía una asociación nacional de matronas y que a lo mejor ellas me ayudaban a buscar. Conseguí el nº a través del servicio de información de telefónica y una de ellas, no se que cargo tendría, me dijo que había un matrón en la Guadarrama, Juanjo Juanas, que tenía bastante experiencia en esas cosas. Le llamé y vino a nuestra casa a hablar con nosotros.
Primero habló con migo, porque el papá estaba durmiendo la siesta, y fue una persona que me encantó, con su coleta de pelo gris y sus vaqueros, inspiraba paz. Notó que yo estaba muy nerviosa y me enseñó a hacer respiraciones profundas y relajantes. Le quedó claro lo que yo quería y me dijo que no habría problema si el papá estaba también de acuerdo. Empezaban los problemas: el papá, aunque de acuerdo con migo en que lo de la otra vez había sido una brutalidad, no quería ni oír hablar de parir en casa. Lo típico: que qué pasa si hay problemas, que si eso ya no se hace, bla, bla, bla, ¡claro, como no era él el que paría!
Después de dejar claro Juanjo que no podía atenderme en esas condiciones y que su consentimiento era imprescindible teniendo en cuenta que las eventualidades existen y que es una gran responsabilidad la que tenía que asumir, nos dijo que en Alicante había una clínica que defendía y profesaba el tipo de parto que yo buscaba y que haríamos bien en ponernos en contacto.
Yo ya sabía de su existencia, pero estaba tan lejos.... Unos 700 Kms., más o menos. Parecía imposible. Aún así los busqué y hablé con ellos, me ofrecieron alojamiento y me dijeron que allí iba gente de todas partes, pero el papá seguía sin verlo claro. Llegó el día en que con lágrimas en los ojos, de cinco o seis meses ya, grité y amenacé “si no puedo estar segura de parir cómo quiero, te juro que me encierro en el baño y no salgo hasta que lo tenga”. Me creyó. Cabezota he sido siempre mucho, y burra también, así que no le pareció un farol, se dio cuenta de que podía ser mi intención, ¡Y vaya si lo era!.
Total, que al final nos fuimos el papá, la niña y yo a pasar unas vacaciones a levante. Sorpresa la que se llevó la señorita de la agencia de viajes cuando le pregunté si habría problemas en el hotel porque íbamos 3 y volvíamos 4. “¿Se os une algún amigo?” “No.” contesté, “vamos a parir allí”. Pero nada que ver con la cara de las camareras que me vieron salir una noche y volver por la mañana con el carrito de niño. (Huy, que me adelanto).
Bueno. Llegamos a Altea, a pasar quince días de playa, paseo y descanso. En los primeros dias nos acercamos a Acuario a conocer a la ginecóloga que me atendió después. Había tres disponibles y elegí una sin saber más. Nos vió, se extrañó mucho cuando le dijimos que el padre era ganadero de que no quisiera hacerlo en casa. “¿Nunca has ayudado a una oveja?” preguntó. “Sí, claro” contestó él. “Pues esto es igual”, nos dijo. También me dijo que porqué no me reconocía yo para saber qué cambios estaban pasando en mi cuerpo, nos enseñó a escuchar el latido del bebé con la oreja de él en mi tripa, y nos preguntó si la hermanita estaría presente en el parto.
Muy contentos, esperando que llegara el día, volvimos a Altea a seguir nuestro descanso. Pasaban los días y no había novedad. Yo miraba cada mañana, en el baño, al levantarme, si había algo nuevo por ahí dentro, pero nada. Todo igual. Un pequeño orificio en el cuello a través del cual se podía tocar un poquito de bolsa llena de líquido. Él me preguntaba “¿Qué?” y yo decía “nada”. Empezaba a desesperarme. La fecha probable de parto era el viernes 11 de Junio y teníamos el hotel contratado hasta el domingo. Veía que me iba y no llegaba la niña.
Hasta el viernes. Me levanté sólo rara. Intuía que algo estaba por llegar, pero no llegaba. Todo seguía igual por la mañana. Nos dimos unos baños en la piscina. Recuerdo muy bien un señor que me dijo “qué se te ve a adelantar” porque me vio tirarme de cabeza al agua y yo le contesté “Ya he salido de cuentas”. Por la noche estaba aún más rara, pero no dilataba. Cenamos y subimos a la habitación con idea de dormir y acercarnos al día siguiente a Acuario. Me acosté. No podía dormir. Fui al baño y me miré. Apenas si había dilatación, pero pensé que para no dormir me daba igual no dormir en el hotel que no dormir en Acuario.
Cogimos a la niña medio dormida y nos fuimos. Por el camino, con las curvas, los cambios de marcha, todo me molestaba y me provocaba una nueva contracción.
Al llegar estaba de 4 cmts. Nos pasaron a un paritorio que nada tenía que ver con el anterior; era una estancia agradable, con un enorme sofá de mampostería lleno de cojines, una mecedora, una bañera enorme y, en un rincón, una silla de partos. La luz era tenue y sonaba una musiquilla de fondo. Tan de fondo que no recuerdo cual. Me pidieron permiso para reconocerme, me pusieron el monitor sólo unos minutos para comprobar a la nena. Me ofrecieron un zumo y me dejaron relajarme en la mecedora. Me ofrecieron después un baño calentito y acepté. Mi compañero se sentó frente a mí, en la mecedora, y la niña, rendida, se durmió en la cama de la habitación. Eran las tres de la mañana, aproximadamente.
El baño era muy agradable, tanto que me relajé. Realmente era agradable estar en el agua caliente, tranquila, nadie me agobiaba, estaban todos a mi disposición y nadie me decía lo que tenía que hacer. No se porqué me quise incorporar. Me puse en cuclillas dentro de la bañera y ¡qué dolor! Se me encogió un gemelo. No me lo podía creer, estaba de parto y se me encogía un tendón. ¿qué iba a hacer?. Me agarré con la mano Izquierda a la bañera tratando de salir, y entonces vino una contracción muy fuerte. Pensé “quien me mandaba a mi repetir esto!”, y antes pensar aquello de “no puedo más”, noté que la niña se escurría dentro de mí. Puse la mano derecha en su cabeza, ella empujaba por salir, y yo la empujaba hacia dentro porque me hacía daño. La ginecóloga, Montse, cámara en mano, me decía: “despacio, acabas de empezar, no hay prisa”, y yo seguía sujetando su cabeza para que bajara despacio. Salió y giró. Me miró con el cuerpo aún dentro y me asusté mucho: el cordón salía de mí, pasaba por detrás de su cuello y volvía a entrar en mí. “¿Cómo se arregla esto?” pensé. Y la matrona, atenta todo el tiempo pero dejándome hacer, puso su mano sobre la mía, empujó su cuerpo hacia dentro otra vez (no me dolió) y pasó el cordón por delante. Entre las dos la cogimos y me la dio. La abracé contra mi pecho, no recuerdo ya cuanto tiempo estuvo así, pero no había prisa. Ninguna. Nadie corrió con las tijeras a cortar cordones, todo fue lento. Luego la placenta, la observaron, pesaron y midieron delante de mi. No hubo vacunas, ni nido ni biberones. Salí de la bañera con cuidado, muy cansada, pero entera. Y me di cuenta de que lo de el elefante no era normal. “¡Podría darme una vuelta en bici!” dije muy contenta. La matrona me pidió permiso para comprobar que no había desgarros y sobre el sofá lleno de cojines me acomodé para que lo hiciera. “Nada, dijo. Sólo como cuando se te cortan con el frió los labios, no tienes nada.” Había nacido a las cuatro en punto de la mañana de un sábado, un día después de la FPP. Como la primera, lo que acabó convirtiéndose en una costumbre.
A las 9 de la mañana, después de una pequeña siesta, si es que se puede dormir cuando se está tan contento, yo ya tenía el alta. Quería irme a mi hotel a descansar, pero el papá, siempre cauto él, quiso esperar hasta medio día por si acaso. Comimos no me acuerdo qué en la cafetería y por fin, con las ganas que tenía de llegar a mi cama de los últimos quince días, llegamos al hotel. No os cuento las caras de los recepcionistas. Los mismos que nos vieron irnos la noche anterior. Ni las de las camareras, cuando vinieron a limpiar la habitación.
Ni la mía, de auténtica felicidad. Ahora sí me sentía mujer, madre, digna, entera y respetada. Y muy capaz de parir y de criar.
Y los siguientes fueron aún mejores, si cabe.
Habían pasado 2 años desde que nació Nuria y estaba embarazada de nuevo. De unos dos meses, pero ya empezaba la cuenta atrás y mi carrera para conseguir un parto que no tuviera nada que ver con el anterior.
Por aquel entonces internet era una cosa que sólo algunos disfrutaban, y arreglábamos las cosas preguntando mucho y llamando mucho por teléfono. Lo primero que hice fue preguntar a mi vecina, matrona en el hospital de Segovia, si querría atenderme en casa. Su no fue educado pero rotundo: fuera del paritorio no sabría qué hacer. Sólo si se presentaba una emergencia me ayudaría, sóla no me iba a dejar, pero que por favor no le pidiera eso porque nunca lo había hecho y si la sacaban de su centro de trabajo se veía perdida. Me dijo que existía una asociación nacional de matronas y que a lo mejor ellas me ayudaban a buscar. Conseguí el nº a través del servicio de información de telefónica y una de ellas, no se que cargo tendría, me dijo que había un matrón en la Guadarrama, Juanjo Juanas, que tenía bastante experiencia en esas cosas. Le llamé y vino a nuestra casa a hablar con nosotros.
Primero habló con migo, porque el papá estaba durmiendo la siesta, y fue una persona que me encantó, con su coleta de pelo gris y sus vaqueros, inspiraba paz. Notó que yo estaba muy nerviosa y me enseñó a hacer respiraciones profundas y relajantes. Le quedó claro lo que yo quería y me dijo que no habría problema si el papá estaba también de acuerdo. Empezaban los problemas: el papá, aunque de acuerdo con migo en que lo de la otra vez había sido una brutalidad, no quería ni oír hablar de parir en casa. Lo típico: que qué pasa si hay problemas, que si eso ya no se hace, bla, bla, bla, ¡claro, como no era él el que paría!
Después de dejar claro Juanjo que no podía atenderme en esas condiciones y que su consentimiento era imprescindible teniendo en cuenta que las eventualidades existen y que es una gran responsabilidad la que tenía que asumir, nos dijo que en Alicante había una clínica que defendía y profesaba el tipo de parto que yo buscaba y que haríamos bien en ponernos en contacto.
Yo ya sabía de su existencia, pero estaba tan lejos.... Unos 700 Kms., más o menos. Parecía imposible. Aún así los busqué y hablé con ellos, me ofrecieron alojamiento y me dijeron que allí iba gente de todas partes, pero el papá seguía sin verlo claro. Llegó el día en que con lágrimas en los ojos, de cinco o seis meses ya, grité y amenacé “si no puedo estar segura de parir cómo quiero, te juro que me encierro en el baño y no salgo hasta que lo tenga”. Me creyó. Cabezota he sido siempre mucho, y burra también, así que no le pareció un farol, se dio cuenta de que podía ser mi intención, ¡Y vaya si lo era!.
Total, que al final nos fuimos el papá, la niña y yo a pasar unas vacaciones a levante. Sorpresa la que se llevó la señorita de la agencia de viajes cuando le pregunté si habría problemas en el hotel porque íbamos 3 y volvíamos 4. “¿Se os une algún amigo?” “No.” contesté, “vamos a parir allí”. Pero nada que ver con la cara de las camareras que me vieron salir una noche y volver por la mañana con el carrito de niño. (Huy, que me adelanto).
Bueno. Llegamos a Altea, a pasar quince días de playa, paseo y descanso. En los primeros dias nos acercamos a Acuario a conocer a la ginecóloga que me atendió después. Había tres disponibles y elegí una sin saber más. Nos vió, se extrañó mucho cuando le dijimos que el padre era ganadero de que no quisiera hacerlo en casa. “¿Nunca has ayudado a una oveja?” preguntó. “Sí, claro” contestó él. “Pues esto es igual”, nos dijo. También me dijo que porqué no me reconocía yo para saber qué cambios estaban pasando en mi cuerpo, nos enseñó a escuchar el latido del bebé con la oreja de él en mi tripa, y nos preguntó si la hermanita estaría presente en el parto.
Muy contentos, esperando que llegara el día, volvimos a Altea a seguir nuestro descanso. Pasaban los días y no había novedad. Yo miraba cada mañana, en el baño, al levantarme, si había algo nuevo por ahí dentro, pero nada. Todo igual. Un pequeño orificio en el cuello a través del cual se podía tocar un poquito de bolsa llena de líquido. Él me preguntaba “¿Qué?” y yo decía “nada”. Empezaba a desesperarme. La fecha probable de parto era el viernes 11 de Junio y teníamos el hotel contratado hasta el domingo. Veía que me iba y no llegaba la niña.
Hasta el viernes. Me levanté sólo rara. Intuía que algo estaba por llegar, pero no llegaba. Todo seguía igual por la mañana. Nos dimos unos baños en la piscina. Recuerdo muy bien un señor que me dijo “qué se te ve a adelantar” porque me vio tirarme de cabeza al agua y yo le contesté “Ya he salido de cuentas”. Por la noche estaba aún más rara, pero no dilataba. Cenamos y subimos a la habitación con idea de dormir y acercarnos al día siguiente a Acuario. Me acosté. No podía dormir. Fui al baño y me miré. Apenas si había dilatación, pero pensé que para no dormir me daba igual no dormir en el hotel que no dormir en Acuario.
Cogimos a la niña medio dormida y nos fuimos. Por el camino, con las curvas, los cambios de marcha, todo me molestaba y me provocaba una nueva contracción.
Al llegar estaba de 4 cmts. Nos pasaron a un paritorio que nada tenía que ver con el anterior; era una estancia agradable, con un enorme sofá de mampostería lleno de cojines, una mecedora, una bañera enorme y, en un rincón, una silla de partos. La luz era tenue y sonaba una musiquilla de fondo. Tan de fondo que no recuerdo cual. Me pidieron permiso para reconocerme, me pusieron el monitor sólo unos minutos para comprobar a la nena. Me ofrecieron un zumo y me dejaron relajarme en la mecedora. Me ofrecieron después un baño calentito y acepté. Mi compañero se sentó frente a mí, en la mecedora, y la niña, rendida, se durmió en la cama de la habitación. Eran las tres de la mañana, aproximadamente.
El baño era muy agradable, tanto que me relajé. Realmente era agradable estar en el agua caliente, tranquila, nadie me agobiaba, estaban todos a mi disposición y nadie me decía lo que tenía que hacer. No se porqué me quise incorporar. Me puse en cuclillas dentro de la bañera y ¡qué dolor! Se me encogió un gemelo. No me lo podía creer, estaba de parto y se me encogía un tendón. ¿qué iba a hacer?. Me agarré con la mano Izquierda a la bañera tratando de salir, y entonces vino una contracción muy fuerte. Pensé “quien me mandaba a mi repetir esto!”, y antes pensar aquello de “no puedo más”, noté que la niña se escurría dentro de mí. Puse la mano derecha en su cabeza, ella empujaba por salir, y yo la empujaba hacia dentro porque me hacía daño. La ginecóloga, Montse, cámara en mano, me decía: “despacio, acabas de empezar, no hay prisa”, y yo seguía sujetando su cabeza para que bajara despacio. Salió y giró. Me miró con el cuerpo aún dentro y me asusté mucho: el cordón salía de mí, pasaba por detrás de su cuello y volvía a entrar en mí. “¿Cómo se arregla esto?” pensé. Y la matrona, atenta todo el tiempo pero dejándome hacer, puso su mano sobre la mía, empujó su cuerpo hacia dentro otra vez (no me dolió) y pasó el cordón por delante. Entre las dos la cogimos y me la dio. La abracé contra mi pecho, no recuerdo ya cuanto tiempo estuvo así, pero no había prisa. Ninguna. Nadie corrió con las tijeras a cortar cordones, todo fue lento. Luego la placenta, la observaron, pesaron y midieron delante de mi. No hubo vacunas, ni nido ni biberones. Salí de la bañera con cuidado, muy cansada, pero entera. Y me di cuenta de que lo de el elefante no era normal. “¡Podría darme una vuelta en bici!” dije muy contenta. La matrona me pidió permiso para comprobar que no había desgarros y sobre el sofá lleno de cojines me acomodé para que lo hiciera. “Nada, dijo. Sólo como cuando se te cortan con el frió los labios, no tienes nada.” Había nacido a las cuatro en punto de la mañana de un sábado, un día después de la FPP. Como la primera, lo que acabó convirtiéndose en una costumbre.
A las 9 de la mañana, después de una pequeña siesta, si es que se puede dormir cuando se está tan contento, yo ya tenía el alta. Quería irme a mi hotel a descansar, pero el papá, siempre cauto él, quiso esperar hasta medio día por si acaso. Comimos no me acuerdo qué en la cafetería y por fin, con las ganas que tenía de llegar a mi cama de los últimos quince días, llegamos al hotel. No os cuento las caras de los recepcionistas. Los mismos que nos vieron irnos la noche anterior. Ni las de las camareras, cuando vinieron a limpiar la habitación.
Ni la mía, de auténtica felicidad. Ahora sí me sentía mujer, madre, digna, entera y respetada. Y muy capaz de parir y de criar.
Y los siguientes fueron aún mejores, si cabe.
rakimarro- Nivel 3
- Cantidad de envíos : 1217
Fecha de nacimiento : 21/04/1971
Ciudad : Alcázar de San Juan
Edad : 53
Puntos : 6658
Fecha de inscripción : 24/03/2010
Re: 2. EL NACIMIENTO DE GEMA
Jo, chica, ha sido precioso, estoy llorando a moco tendido, que requetebonito, yo quiero algo así para el próximo, hacerlo yo sola, sin intervenciones, pero que miedo me da cuando lo pienso, aunque supongo que llegado el caso sería capaz.
Gracias por compartirlo con nosotras, de lo último que he leido sobre partos este es sin duda el más bonito que recuerdo.
Enhorabuena por ser tan valiente y felicidades por esos tres partos tan maravillosos. El primero lo dejamos como mera anécdota para aprender de los errores y que no se repitan.
Gracias por compartirlo con nosotras, de lo último que he leido sobre partos este es sin duda el más bonito que recuerdo.
Enhorabuena por ser tan valiente y felicidades por esos tres partos tan maravillosos. El primero lo dejamos como mera anécdota para aprender de los errores y que no se repitan.
crisyvictoria- Nivel Muy Experto
- Cantidad de envíos : 6370
Fecha de nacimiento : 14/06/1974
Ciudad : cerca del mediterráneo
Edad : 50
Puntos : 12277
Fecha de inscripción : 28/08/2009
Re: 2. EL NACIMIENTO DE GEMA
Me alegra,me parece admirable. Yo soy tan miedica que no sería capza de tenerlo por mí misma, así, casi sola y dirigiendo el parto, incluso quitándole el cordón del cuello
Para mí eres muy valiente,ojalá y yo hubiese sido un poco como tú
Un abrazo
Para mí eres muy valiente,ojalá y yo hubiese sido un poco como tú
Un abrazo
misangelitos- Nivel 5
- Cantidad de envíos : 3874
Fecha de nacimiento : 11/11/1978
Ciudad : CM
Edad : 46
Puntos : 9971
Fecha de inscripción : 13/03/2009
Re: 2. EL NACIMIENTO DE GEMA
Yo también preferiría, por mi, dejar el primer parto en un rincón de mis recuerdos y pensar que fue un terrible accidente, pero no me parece justo para Nuria. Veo su cara cada vez que hablo de lo maravilloso que es parir como lo hice con las otras y se que no se siente agusto. A veces me pregunto si se sentirá culpable, y la pobre no tiene culpa de nada. Bastante tendría en su día con el trato recibido, que la pesadilla no es sólo mía, también suya. Por suerte o por desgracia era demasiado pequeña para tener un recuerdo consciente de aquello, aunque yo creo que la forma de nacer marcó y mucho el carácter de todas ellas.El primero lo dejamos como mera anécdota para aprender de los errores y que no se repitan.
rakimarro- Nivel 3
- Cantidad de envíos : 1217
Fecha de nacimiento : 21/04/1971
Ciudad : Alcázar de San Juan
Edad : 53
Puntos : 6658
Fecha de inscripción : 24/03/2010
Re: 2. EL NACIMIENTO DE GEMA
Ay Raquel, pues entonces retiro lo dicho y me disculpo, que pena que tu nena se sienta mal por su nacimiento, tienes que tratar de hacerla entender que ella no tiene culpa de nada, ya tiene una edad adecuada para que le expliques cosas.
Cuanto siento mi comentario, es verdad que no es justo para Nuria, sólo lo dije para tratar de hacerte sentir mejor.
Cuanto siento mi comentario, es verdad que no es justo para Nuria, sólo lo dije para tratar de hacerte sentir mejor.
crisyvictoria- Nivel Muy Experto
- Cantidad de envíos : 6370
Fecha de nacimiento : 14/06/1974
Ciudad : cerca del mediterráneo
Edad : 50
Puntos : 12277
Fecha de inscripción : 28/08/2009
Re: 2. EL NACIMIENTO DE GEMA
Ay Raquel que historia tan bonita!! Me encanta!!
Me imagino mi parto así en Acuario,espero que pueda cumplir mi sueño,porque creo no me dejarán hacerlo asi en ningun otro sitio que no sea Acuario.
Besos.
Me imagino mi parto así en Acuario,espero que pueda cumplir mi sueño,porque creo no me dejarán hacerlo asi en ningun otro sitio que no sea Acuario.
Besos.
Invitado- Invitado
Re: 2. EL NACIMIENTO DE GEMA
Raquel.... Me emocionado mucho leyendo tu parto, tan hermoso, mil felicidades por tu valentía y fortaleza.
Muchas gracias por compartir tu experiencia con nosotras.
Ojalá hubiese tenido tu coraje para exigir un parto más respetado, no sé si algún día tendré más hijos, pero si fuera así te aseguro que me acordaré mucho de ti y quisiera que fuera tan lindo como el tuyo.
Un abrazo y para tus hijas.
Muchas gracias por compartir tu experiencia con nosotras.
Ojalá hubiese tenido tu coraje para exigir un parto más respetado, no sé si algún día tendré más hijos, pero si fuera así te aseguro que me acordaré mucho de ti y quisiera que fuera tan lindo como el tuyo.
Un abrazo y para tus hijas.
Invitado- Invitado
Re: 2. EL NACIMIENTO DE GEMA
Bueno... esto ya es otra cosa......
Es fantástico lo que has contado, que emoción debistes sentir cuando notabas que ya salía, alli en el agua....
Dile a Nuria que lo importante es el resultado, y que lo que ella hizo fue abrir el camino para sus hermanas.
Espero los siguientes.
Es fantástico lo que has contado, que emoción debistes sentir cuando notabas que ya salía, alli en el agua....
Dile a Nuria que lo importante es el resultado, y que lo que ella hizo fue abrir el camino para sus hermanas.
Espero los siguientes.
Invitado- Invitado
Re: 2. EL NACIMIENTO DE GEMA
Gracias Raquel,
Por compartir tu historia con todas nosotras. A mí también se me han puesto los pelos de punta, en cada caso con un matiz distinto, no es lo mismo que te "paran" como tú dices, a parir conscientemente dejando que la naturaleza fluya y tu cuerpo de hembra haga lo que tiene que hacer.
Me pareces muy valiente, creo que a todas nos lo pareces. Esperamos las historias de tus otros dos partos porque además, eres muy buena narradora!
Un abrazo,
Elena.
Por compartir tu historia con todas nosotras. A mí también se me han puesto los pelos de punta, en cada caso con un matiz distinto, no es lo mismo que te "paran" como tú dices, a parir conscientemente dejando que la naturaleza fluya y tu cuerpo de hembra haga lo que tiene que hacer.
Me pareces muy valiente, creo que a todas nos lo pareces. Esperamos las historias de tus otros dos partos porque además, eres muy buena narradora!
Un abrazo,
Elena.
Invitado- Invitado
Re: 2. EL NACIMIENTO DE GEMA
Si seguís así la que llora leyendo respuestas soy yo. No hace falta pedir disculpas, he entendido el sentido del comentario y Nuria no porqué verlo.
rakimarro- Nivel 3
- Cantidad de envíos : 1217
Fecha de nacimiento : 21/04/1971
Ciudad : Alcázar de San Juan
Edad : 53
Puntos : 6658
Fecha de inscripción : 24/03/2010
Re: 2. EL NACIMIENTO DE GEMA
Me encanta , me encanta , me encanta, que envidia, yo estube a punto, pero no consegui que nadie me dejara el dinero, y me tacharon mas de loca, diciendo no tienes cuartos para ti, y te vas a gastar, 2000 y pico en un parto podiendolo tener gratis, y me hicieron pensarmelo, la verdad que me pilla hoy , y no me lo pienso, despues de tener a la peque sin epidural, y aun siendo en un hospital, me toco un equipo fantastico, que despues pasaron estudiantes para explicarles mi parto, y que vieran que se podia amamantar en el embarazo, pero a dia de hoy busco algun matron de confianza y a lo mejor me lanzaba, y mas ahora sabiendo lo que se, y leyendo casos como el tuyo, y partos tan tan bonitos, por supuesto que podemos parir,pero sigo pensando que eres una campeona, cuando e leido tu otro parto, jiji, aunque con yeray no fue tan traumatico como el tuyo, yo tambien el dia de las contracciones me fui de reparto a repartir canales, y al matadero a poner cuerdas a los corderos, jiji, el poner cuerdas me ayudaba a bajar al peque para abajo, jiji, Un beso campeona.
yerayeidairaentandem- Nivel 5
- Cantidad de envíos : 2803
Fecha de nacimiento : 26/09/1980
Ciudad : Minaya (Albacete)
Edad : 44
Puntos : 8541
Fecha de inscripción : 24/10/2008
Re: 2. EL NACIMIENTO DE GEMA
Un relato muy emocionante Raquel, con un nudito en la garganta estoy. Desde luego si me quedo preñi sé donde voy a parir, lo tengo clarisimo, vaya.
Voy a por el otro relato
Voy a por el otro relato
happyflower- Nivel 4
- Cantidad de envíos : 1851
Fecha de nacimiento : 18/08/1970
Ciudad : El mundo
Edad : 54
Puntos : 7620
Fecha de inscripción : 25/10/2008
Re: 2. EL NACIMIENTO DE GEMA
jo, raquel, repito que eres una valiente! Y muy cabezona, jajaja porque tenías claro lo que querías y lo hiciste a pesar de todo.
yo también voy a por el siguiente relato!
besos
Laura
yo también voy a por el siguiente relato!
besos
Laura
H2O- Nivel Experto
- Cantidad de envíos : 5099
Fecha de nacimiento : 27/10/1975
Ciudad : el mundo
Edad : 49
Puntos : 11218
Fecha de inscripción : 20/09/2009
Re: 2. EL NACIMIENTO DE GEMA
Gracias a tu cabezoneria tuviste un parto super-precioso, que bonito y que emocionante todo. Me alegro mucho que te fuera asi.
Un besico!!
Un besico!!
Invitado- Invitado
Re: 2. EL NACIMIENTO DE GEMA
Ufff que bonito. Este ya me gusta.
Voy a leer el siguiente.
Besos de leche
Voy a leer el siguiente.
Besos de leche
Re: 2. EL NACIMIENTO DE GEMA
Ideal! Absolutamente ideal!, yo el mío me lo voy a tener que currar. Y aquí lo de bañera, lo llevó fastidiado (qué envidia el factor bañera).
Voy a leer el siguiente.
Voy a leer el siguiente.
Sakura- Nivel 5
- Cantidad de envíos : 2098
Fecha de nacimiento : 14/05/1984
Ciudad : Oviedo
Edad : 40
Puntos : 6246
Fecha de inscripción : 21/12/2013
Temas similares
» El nacimiento de David
» El nacimiento de Bilal
» Nacimiento de Gabriela
» El nacimiento de Cirilo
» El Nacimiento de Romina
» El nacimiento de Bilal
» Nacimiento de Gabriela
» El nacimiento de Cirilo
» El Nacimiento de Romina
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.