Aceptar que envejeces

Hola guapetona. Ante todo, ¡¡feliz santo!!

No es fácil aceptar que envejecemos y que cada día es un día menos y pasamos por etapas en las que los años pesan más y otras en las que no le damos ninguna importancia a la edad real, porque estamos sanos y nos sentimos vitales e ilusionados.

Es inevitable tener, por llamarlo de algún modo, crisis existenciales en las que echamos la vista atrás y pensamos en los sueños cumplidos y en los sueños enterrados, nos replanteamos si hemos exprimido la juventud o si la hemos pasado de puntillas, en si hemos logrado nuestras aspiraciones profesionales o si nuestra vida ha ido por otros derroteros...

Si, además, ya se acerca nuestro cumpleaños o está finalizando el año, parece que todos los sentimientos están más a flor de piel...

Tú a partir de los 22 años volviste a nacer y considero, hasta donde te conozco, que no es poco, que personal y profesionalmente has aprovechado bien la vida. Pero entiendo que puedas sentir que hay momentos y circunstancias que no volverán y que eso te cree una cierta inquietud, malestar, desazón...

Afortunadamente tienes un pequeño-gran motivo por el que luchar y motivarte, tu princesa. Una madre siempre teme no poder estar los años suficientes en este mundo para guiar a sus hijos y acompañarlos en momentos críticos o cruciales.

Extrapolando tu publicación a mi situación personal, yo admito que no llevo demasiado bien el tema de la edad y eso que "sólo" tengo 37 años. Pero ya no me sentaron bien los 20 ni los 30 como para cumplir los 40

Siempre he dicho que yo no he disfrutado como corresponde mi adolescencia. Prácticamente no hice locuras, no me "descoqué", hasta los 20 años que me independicé tuve toque de queda en casa (4 de la mañana ) por lo que cuando empezaba la fiesta y mis amigas disfrutaban, yo me tenía que ir. A mí eso me ha marcado. Puede parecer una tontería pero no lo es. No salí de viaje con amigos excepto con 14 años al acabar la EGB. Yo llevaba una adolescencia en la que pasaba más tiempo con gente mayor que con gente de mi edad.

No me fui como muchas amigas y compañeras a 70 ó 140 km de aquí, saliendo del pueblo donde vivía, para estudiar en la Universidad (presencial) y vivir en un piso o residencia de estudiantes, como inicialmente yo quería. Sino que al presentarme a Selectividad en septiembre, me quedé sin plaza y ese año lo invertí mal y me dediqué a estudiar la carrera a distancia (pésima idea) y a trabajar. Ya nunca me fui y aunque estuve unos años intentándolo, no acabé la carrera.

Con 20 años me fui de casa de mi madre, a una semana de los 22 años me convertí en madre, dediqué de corazón y disfruté mucho los dos primeros años de vida de mi hija mayor al no trabajar (estudiaba, atendía la casa y criaba a la nena...que no era poco),...Luego me reincorporé al mundo laboral y en la entrevista de trabajo dije que mi intención era estar allí un par de años para tener ingresos y pagarme los estudios...finalmente los dejé y llevo casi 13 años en la empresa actual. No perdí del todo la vocación de ser psicóloga pero sí la ilusión por finalizar la carrera y licenciarme.

Físicamente estoy en mi peor momento, con muchísimo exceso de peso y una vida sedentaria. No me gusto en el espejo y me doy cuenta que no dedico tiempo a cuidar los peinados, el estilismo, etc. Voy con pantalones piratas o chándal, camisetas anchas, sudaderas y zapatillas deportivas. Ahora que ayer ha empezado a hacer frío (en esta zona no ha empezado el otoño hasta el 8 de noviembre, antes iba en manga corta y sandalias) intentaré rescatar un vaquero del armario que espero que me valga, combinarlo con alguna camiseta "casual" y unas botas de hace dos años y quitarme este aspecto "sport" que llevo todos los días. Porque no, no me gusto. Más adelante quiero volver a tener el pelo largo y mechas rubias, porque esto me rejuvenece. Tras habérmelo cortado muy muy a lo chico, me está costando mucho lograr tener una medida aceptable y apenas me llega el pelo a los hombros.

Pueden parecer frivolidades, pero no lo es. Porque la realidad es que he tenido épocas en las que no tenía apenas tiempo para mí (trabajo, tareas domésticas, dos niñas pequeñas...) y, a pesar de ello, me dedicaba a hacer deporte, a arreglarme, a combinar la ropa, a seleccionar complementos y no salía a la calle sin pendientes y sin un estilismo aceptable. Ropa baratita, muchas veces de hipermercado o mercadillos, pero muy resultona (también el cuerpo era más resultón).

¿Por qué me frustro? Porque ahora si me organizo tengo más tiempo para mí. Si lo hiciera bien y me viera con energía y motivación, podría hacer deporte todos los días (tengo una elíptica en casa, es fácil), podría dedicar un rato diario a cuidar pequeños detalles para salir a la calle o para ir al trabajo más mona...Hace unos días me planché durante menos de 10 minutos el pelo (porque ahora a las puntas le dan por ondularse, por el corte super escalonado que tengo) y el cambio fue importante. Y me sentí mejor sólo con eso.

Porque, claro, si echo la vista atrás y pienso que no tuve la adolescencia que me hubiera gustado tener,...que con 20 años ya me convertí en ama de casa independiente sumado a un trabajo de 10-12 horas y no había ocasión de disfrutar...que con casi 22 años fui madre y la vida me cambió (y con 26 repetí experiencia),...que no he cumplido mi sueño de ser psicóloga clínica y atender pacientes en mi clínica privada...que físicamente no soy ni la sombra de lo que fui... pues admito con dolor que me pesan los 37 años. Tengo compañeras de trabajo con más de 50 años que están fantásticas a nivel físico, a nivel de energía, que cumplen con muchos compromisos sociales, que tienen tiempo (creo que porque se organizan muy bien) para su familia, su casa, su ocio...y me da envidia sana.

Sí es cierto que tuve un punto de inflexión positivo en mi vida cuando conocí a Eva, a los 32 años. Y los 32 me sentaron mejor que los 30 porque me sentí rejuvenecer y me sentí libre. Así que no son los años sino las circunstancias que vives cuando tienes ciertos años.

Ahora creo que debo cambiar mis rutinas, mi autodedicación, etc. para tener un nuevo punto de inflexión. Porque como a los 40 no esté divina de la muerte y me sienta bien conmigo misma y con cómo aprovecho los días...puede arder Troya

Y vosotras, ¿cómo os sentís en la actualidad? ¿consideráis que debéis cambiar algo de vuestras vidas? ¿qué echáis de menos? ¿cuáles fueron vuestros sueños enterrados? ¿se corresponde vuestra edad real con la edad que sentís tener?

Un besote, guapetonas.