Una experiencia en Ikea: la pobreza tiene rostro

Hemos ido a Ikea, la verdad, no para comprar nada: a Ulises le gustan las albóndigas y hay un parque cerca donde pasarlo bien.

Nos hemos sentado casi al final del restaurante, un lugar tranquilo al lado de una gran cristalera y con sitio para corretear alrededor. Simone, efectivamente, tras mirar dos minutos hacia la calle comienza a dar vueltas y a saludar a la gente. Me llama la atención un señor al que ella insiste en decir "hola" y él apenas la mira. No pasa nada. No le gustan los niños, aunque es difícil no pararse un segundo a responder a la gran sonrisa de Simone. A Simone no la pierdo de vista, va y viene. El señor, en realidad alguien de mi edad o menos, está leyendo el periódico y bebiendo una coca-cola. Parece no tener prisa, pero a la vez tenerla. Está solo. No come nada tampoco. Mira el periódico pero parece no leer. En una de mis idas y venidas lo veo husmeando por donde están las bandejas de los restos de comida. Yo le miro de reojo igual que él mira de reojo a los demás. ¿Será lo que es? Como Simone no para, yo no como y la vigilo pero no puedo evitar buscar al señor. Se ha levantado. Ha ido a rellenar la coca-cola y de paso de nuevo se ha parado frente a otra estantería con las bandejas de restos. Luego se va a otra mesa junto con su nueva coca-cola. Su rostro es enjuto. Está delgado, demacrado diría yo. Lo pierdo de vista. De repente de nuevo me lo vuelvo a cruzar, porque Simone no para, frente a otra pila de bandejas bastante discreta. No me cabe duda... Desaparece de mi vista. No lo vuelvo a ver más.

Le debería de buscar e invitar a cenar. Pero no puedo. ¿Y si me equivoco? No, no te equivocas. ¿Y se enfadase? No, no creo. ¿Y se sintiese avergonzado porque alguien le ha descubierto y encima se lo hace notar? Sí, es muy probable. ¿Y si a pesar de todo esta noche cena decente y no restos y no furtivamente? De todos modos, no lo vuelvo a ver más, habrá ido a dar otra vuelta. Con cariño, aunque no creo que lo haya visto pues las bandejas sucias rotan y rotan, le dejo la bandeja de Ulises bien puesta a la vista y en el lugar más accesible, con su plato con patatas fritas y albóndigas a medio comer y con el tenedor limpio y a mano. Al lado su zumo, que no ha probado, con su pajita bien puesta mirando hacia él. Me angustia pensar que tiene que hacer esta misma operación muchos días para conseguir algo. Me hace pensar algo que yo he vivido y de lo que siempre he sido muy consciente frente a los discursos conservadores que machacan con la culpabilidad: que cualquiera puede pasar la barrera y estar en el otro lado, en el lado de los pobres, de los enfermos o de los inmigrantes. Y qué duro estar al otro lado de la barrera, y qué insensibles somos los demás.

Besos!

Ufff Nuri... Yo trato -día a día- no perder la sensibilidad ante estos hechos, por acá muy frecuentes, niños en las afueras de los restaurantes esperando que alguien se puede, viejitos pidiendo caridad en las esquinas de los semáforos, madres o padres rogando por una caridad en las afueras de los hospitales...

Y si... nadie está libre... el mundo, las economías, los países dan las vueltas y hoy estamos aquí, mañana no sabemos donde estaremos... Recuerdo en 1999 el padre de una compañera de trabajo se suicidó tras perderlo todo...

Pues sí Nuria, una pena. Andar vagabundeado de bandeja en bandeja, aprovechando los restos que los demás no quieren...

Has hecho bien en dejar vuestra bandeja lo más accesible posible. Poner las cosas fáciles. Bastante humillante ha de ser escoger entre esto o aquello a la vista de todo el mundo por mucho que te empeñes en disimular...

Yo tampoco sé si me hubiera atrevido a pagarle la cena. O quizás sí..

En la puerta del supermercado donde compramos habitualmente suele ponerse un chico cuya función es facilitarte el paso, abriéndote la puerta. Es el mismo chico desde hace años. Desde que Héctor era pequeño y le llevaba sentado en el carrito, la función de esta persona me parecía digna de agradecimiento (para conmigo sobre todo, teniendo en cuenta que llevaba las manos ocupadas y no podía abrir la puerta fácilmente) Y siempre, desde que le conozco, le doy unas monedas al salir.

Desde hace un tiempo, es Héctor quien se las da. Yo le digo: mira, estas monedas son para el señor que nos abre la puerta. Otras veces, en lugar de monedas, le hemos comprado comida que hemos elegido entre HH y yo (aunque Héctor siempre elige chocolate, galletas y natillas )

Creo que es importante hacer partícipe a los niños, en la medida de lo posible, de la situación que viven los demás. No sé si lo has hecho ni pretendo crear un debate... pero me parece oportuno que ellos sepan y conozcan las situaciones que otros viven, que valoren lo que tienen, que aprendan a compartir y a ser generosos.

Y precisamente por eso, para no volvernos insensibles al sufrimiento ajeno!

besos!

Es penoso cada día hay más gente pidiendo y buscando en la basura.

Nuria, tengo que decírtelo no puedo evitarlo, ¿sabías que Ikea en varios paises ha tenido que retirar sus albóndigas por contener adn de caballo? y su tarta de choclate por contener restos de heces? Yo desde que ha pasao esto ya intento no ir al Mcdondalds.

Creo que es importante hacer partícipe a los niños, en la medida de lo posible, de la situación que viven los demás. No sé si lo has hecho ni pretendo crear un debate... pero me parece oportuno que ellos sepan y conozcan las situaciones que otros viven, que valoren lo que tienen, que aprendan a compartir y a ser generosos.

Tampoco he pretendido crear un debate. Ha sido una experiencia que me ha llegado y la quería compartir. Estoy muy de acuerdo con lo que dices: la empatía empieza porque nosotros la usemos, en todos los aspectos de la vida. El otro día un señor pedía para "volver a su país" y le dimos unas monedas. Ulises preguntó porqué y yo me di cuenta en el acto que erré en la respuesta. Le dije aquello condescendiente de "es pobre y necesita ayuda". Mal, muy mal. La respuesta correcta tendría que haber sido: "si nosotros estuviéramos lejos de casa y no pudiéramos volver también nos gustaría que nos ayudasen". Es la idea potente a compartir con ellos: no es lástima el sentimiento que nos debe inundar, sino que es bueno compartir, ayudar, ponerse en la piel del otro (como tú, y ahora también HH en el caso de la persona que os abre la puerta del super), si acaso sentir vergüenza por nuestra indiferencia ante el sufrimiento ajeno. Ante la pobreza y ante tantos aspectos de la vida...

Mayra, gracias por tu información. Sí que sé lo del Ikea, pero no me obsesiona. En Vitoria hay una muy prestigiosa superviviente carnicería de caballo No. Al margen de esto, y no restando importancia a que te vendan gato por liebre y menos por la ausencia de higiene, soy muy consciente de que comemos muchísima porquería en todo lo que son comidas elaboradas (sobre todo en productos precocinados) y hoy en día hay poco que no lleve elaboración previa y los etiquetados son a menudo defectuosos. Por otro lado cuando veo lo que cuesta la comida en casa y veo los menús por 5,95 te preguntas ¿qué lleva? Apenas salimos a cenar o comer fuera (que considero un acto social más que otra cosa), así que cuando cuadra no le doy más vueltas al tema. Sé que es imposible comer igual que en mi casa porque el cocinero lo es con mayúsculas (tendría que gastar cien euros por barba por lo menos...). Así que, lo asumo.

Gaby, tanta pobreza en Ecuador. Espero que las cosas vayan mejorando. Aquí van empeorando por momentos. Tanto compatriotas tuyos se han tenido que volver... Cuántos sueños rotos...

Besos!

Buff Nuria, se me han puesto los pelos de punta con tu relato, por aqui el tema pobreza también resulta alarmante, gente mayor rebuscando en las basuras o pidiendo en la puerta de iglesias y supermercados.

De hecho hasta hace poco aqui había una ayuda para alimentación que daba cruz roja y hace menos de un mes la suspendieron de manera indefinida porque no pueden con toda la demanda que tienen, y es una pena que alguien pase hambre con todo lo que desperdiciamos algunos.

Por eso digo muchas veces que nosotros somos muy afortunados, y millonarios en ese sentido, porque a pesar de estar fatal, a pesar de las deudas que nos acucian, tenemos familiares y amigos que jamás han permitido que pasemos hambre y todo lo demás no relacionado con la comida pasa a un segundo plano si tienes eso al menos cubierto.

Madre mía..si es que la línea es tan fina ...ahora estamos aquí y en un instante nos podemos ver igual, todo depende de un trabajo de un sueldo..y hay cada situación que se ponen los pelos de punta.

Yo tengo que reconocer que lo paso fatal, ver a alguien pidiendo para comer o lo que sea ....me duele el alma , y hay tantos....

Yo intento dar un poquito o ayudar en lo que puedo, me siento en la obligación moral de hacerlo, a nosotros las cosas no nos van mal....tenemos trabajo que más podemos pedir....y creo que debemos ayudar en lo que podamos.....menuda situación , es que es tremendo , tremendo .....

No se, es demasiada gente pasándolo mal.....quien nos iba a decir que íbamos a pasar por esto...uf....

Que duro... tremendo. Me acordé de esto que vi hace un tiempo
http://www.lasexta.com/noticias/sociedad/restaurantes-ikea-convierten-comedores-sociales_2012110900138.html

Ya que en Ikea se puede comer por poco dinero (nosotros lo hacemos a menudo, aparte de que a los niños les chiflan las albóndigas)... y no nos importa que en China hayan encontrado carne de caballo, porque aqui los controles son otros, aparte de que la carne de caballo tiene buena fama.

El hombre tuvo suerte de encontrarse con vosotros Nuria.
Un abrazo

Estoy segura sue si fuera una empresa española nos hubieran dado por todos los sitios pero como son suecos...
LA carne de caballo es muy buena pero los animales tienen que estar controlados sanitariamente tiene que haber lo que se llama trazabilidad me da mucha rabia porque mi familia ha sido ganadera y tengo muchos conocidos ganaderos que pasan muchos controles por ello se ha luchado mucho para conseguir denominación de origen y mantener la calidad en nuestro caso ternera asturiana

Se entiende que si no se pone en los ingredientes esos caballos están fuera del circuito sanitario bien pueden ser animales enfermos porque ademas la empresa que compraba la carne lo hacia a un precio muy inferior.La carne de caballo cuesta mas que la de ternera. y no solo fue eso si no que tambien se descubrieron restos de heces en su tarta de choco.
Y no fue solo en China si no en varios paises de la Union

Uff, siempre es difícil saber cómo actuar frente a esas circunstancias.

Recuerdo haber descubierto, con algo de dolor y vergüenza, más de una vez, que muchas de las personas en esas circunstancias de pobreza tan extrema, están pobres material pero también emocionalmente. Que cuando les he acercado dinero o alimento me han tomado la mano con fuerza como pidiendo, "no te vayas", y que es muy difícil cuando la pobreza ronda tan de cerca y en tanta abundancia, no insensibilizarse un poco, no perder la cuenta y empezar a caminar con anteojeras de caballo. Y cada tanto me recuerdo que no quiero que me ocurra, pero más de una vez me descubro "anestesiada".

Ese hombre ha tenido suerte de encontrarse contigo, es difícil encontrar la estrategia apropiada, más imaginando las circunstancias de ustedes, en que esta persona probablemente haya conocido la pobreza hace muy poco, lo que hace muy vergonzoso sumergise en ese mundo. Igual, quien sabe, si no tenía ganas de hablar también.

Quería buscarte el título de una película que relata una historia seguramente muy parecida a la de este hombre, no lo recuerdo y no puedo dar con ella, prometo buscarla, besos

PD: Edito, la pelicula se llama "Esperando al Mesías". Besos

es una situación muy dura la de ese sr (y la de tantos otros que estan igual o peor... )

Y es dificil saber como actuar... a mi me ha pasado como a ti, y yo hedejado a mano la bandeja con comida, no me da el cuero para halar al respecto con la persona, por miedo a que se sienta mal ante el interrogante...

Si será duro ponerle rostro y cuando son de niños uff..

En mi país es habitual desde siempre ver gente durmiendo en las calles o buscando comida en los contenedores de basura.

Hay una parte que son recolectores que hacen de esta manera de vivir un trabajo (cartoneros en Argentina), buscan botellas, cartón y cosas que luego pueden vender.

Pero hay una parte muy importante (demasiada gente) que revuelve buscando comida!!

Hace un tiempo una "famosa" argentina (Romina tu sabrás quien era) decía que para no ver a los pobres pidiendo en los semáforos ella subía sus cristales oscuros y así se aislaba de ese mundo.

Es triste caer en la condición de parias cuando te obligan a eso porque inoperancia de terceros.

Luego hay gente y gente reconocida públicamente que prácticamente dicen que no son humanos, que los que viven en la calle es porque algo habrán hecho? Que no se merecen la ayuda del estado porque al final todos las pagamos. Pero que pasaría si uno de nosotros o de estas figuritas publicas cayera en la condición de marginado, de indigente?

Experiencias de este tipo Nuria he vivido muchas y parte de mi familia también se han encontrado ante casos así.

Mira mi madre por ejemplo dice que quisiera sacar la loto para poner un comedor y alimentar a los niños y embarazadas, ancianos (la gente mas indefensa) en cambio mi suegra no espera a sacar la loto ella ya ayuda como modestamente puede.

Si sale del super y alguien le pide para comer ella le da algo de lo que tiene en su bolsa y si le piden dinero le dice que no tiene pero que si quiere le puede comprar algo.

Mis cuñadas son iguales y en navidad una de ellas le llevo una bandeja de comida a un señor que dormía en la calle no lo hizo porque era navidad y el espíritu navideño lo hizo porque siempre lo hace cuando encuentra a alguien así cerca de su casa. También le llevo otra bandeja a una policía mujer que tenia que hacer guardia en un edificio, recalco lo de mujer porque mi cuñada afirmaba que no podían poner a una mujer justo el día de navidad.

luego sigo que se despertó mi chiquitin

Sigo, al otro día pero sigo con mi idea..

No quería dejar de contarles lo que pienso al respecto del tema "miedo a como se lo tome la otra persona".

Creo que decir miedo a como reaccione esta mal, no es a como reaccione la otra parte es nuestro propio miedo el que se presenta ante nosotras y nos detiene.

Ese miedo no puede ser excusa para no ayudar. Y ojo a mi me pasa eso mismo y tal vez este equivocada y sea algo subjetivo.

Ese miedo es el que nos hace ser inmunes al dolor ajeno, lo sentimos como nuestro, podemos ayudar comprendiendo pero no actuando.

Ante un caso así hay que actuar como nos sale del corazón sin racionalizar porque sino nos cerramos.

Si vamos y le decimos al señor/a que pide en la calle: quiere que le invite un sandwich? Tengo en casa parte de la cena de ayer a usted le interesaría? Necesita algo?

Si lo hacemos de manera empatica y abriendo nuestro corazón no se ofende estoy segura y que es lo peor que puede pasar? que nos mande al diablo!! pero nosotras estaremos tranquilas con nuestra conciencia y habremos aprendido una lección. En la mayoría de los casos aceptan gustosos y hasta descubres que hay historias impresionantes detrás de un indigente.