Nacimiento de Martín

Ha pasado un año y aún no doy crédito, no me puedo creer que yo sea mamá, no me puedo creer que ese niño tan bonito sea mi hijo, es algo que nunca me atreví a soñar y sin embargo ha ocurrido. Soy mamá. Soy la mamá de Martín.
Os contaré como ocurrió.
Todavía faltaban varias semanas para la fecha prevista, pero ya andábamos bastante liados con los preparativos, que incluían entre otras cosas un último viaje a Madrid, para recoger la ropita y otras cosas que me iba a dar mi hermana de mi sobrina o que me iba a regalar mi madre y otros amigos. Así que cuadré las fechas que me quedaban libres entre unos compromisos y otros, cogí mi coche y me plante en Madrid a pasar unos días.
Las visitas a Madrid implican hacer ronda de amigos así que en esas estaba. El 23 estuve conociendo a la niña de unos amigos que ya tenía un mes y me parecía tan chiquitita… y el 24, había quedado con otra amiga, y con ella, su pareja y sus niños fuimos a dar un paseo por el centro comercial. Casualmente mi amiga (y su pareja) son matrones, así que hablamos mucho de embarazos y partos. En aquel momento yo no tenía miedo del parto, me sentía bastante preparada y segura.
Allí estábamos cenando algo y charlando continuamente, cuando me di cuenta de que sentía algo de humedad entre las piernas. Pensé que sería algo de flujo, así que decidí ir al baño a comprobarlo. Al ponerme en pie la humedad se convirtió en algo muy mojado, así que pensé que había roto aguas, aunque aún era pronto, pero… me toque los pantalones y estaba empapada, pero no era nada parecido al agua, al mirarme las manos las descubrí llenas de sangre, miré hacia la silla donde había estado sentada y el mismo espectáculo. Entonces si tuve miedo. Una cosa era ponerse de parto antes de tiempo y otra era aquello, ¿de dónde salía tanta sangre? Me puse a templar y solo presa de pánico solo acerté a decir el nombre de mi amiga, a la vez que trataba de mostrarle el panorama.
En una situación así, estar acompañada por dos matrones tranquiliza un poco. Si tenía que parir allí, ¿Quién mejor que ellos podría ayudarme? Pero toda esa sangre… Mi bebe, necesitaba saber que mi bebe estaba bien. Me indicaron que me tumbara, en posición de seguridad y me dijeron que lo mejor que podía hacer era relajarme, respirar profundamente y tratar de hacer que llegará suficiente oxigeno al bebe, así que eso hice. Salvo por la preocupación de saber cómo estaba mi niño me encontraba bien, no me dolía nada, no sentía contracciones. Llamaron a una ambulancia, un médico que pasaba por allí se acerco, empezó a formarse un corrillo, revuelo de gente pero yo no prestaba atención a nada, solo trataba de respirar y sentir a mi bebe, mentalmente le hablaba, le decía que estuviera tranquilo, que pronto vendrían a ayudarnos. Le digo que aguante, que estará bien.
La ambulancia tardo una media hora en llegar, se me hizo eterno. Una vez en ella me hicieron preguntas, yo estoy bien, no me duele nada, pero quiero que alguien me diga cómo está el bebe, estoy asustada, no quiero que le pase nada. Eran muy amables conmigo, pero no dejaron que mi amiga me acompañara al hospital, ni aún diciendo que era matrona. Llamaron a alguien que trabajaba en el hospital donde me llevaban, no sé si mi amiga o alguien más que trabajaba allí y que andaba también en el centro comercial, o puede que las dos cosas. Cuando llegué a urgencias me estaba esperando un regimiento de gente: anestesistas, ginecólogos, enfermeras, matronas... por lo menos 10 personas, cada uno haciéndome sus preguntas: de cuanto estaba, si había cenado, si era alérgica…
Me han desnudado, no sé si ha sido en la ambulancia o en urgencias y empiezan a hurgarme ahí abajo, supongo que me están explorando. También me han puesto unos electrodos, aunque tampoco sé si los tenía ya en la ambulancia. Por fin, alguien me dice que el bebé esta bien. No supieron decirme con seguridad de donde salía tanta sangre, probablemente se deba a un desprendimiento de placenta y que eso hace que me ponga de parto. Van a romperme la bolsa, para ver cómo está el líquido, lo que dará más información del estado del (mi bebe) feto . Por lo visto he dilatado uno o dos cm, pero hasta el momento yo no he sentido nada, ni contracciones, ni dolor. En principio van a dejar que el parto continúe de forma “natural”, aunque no descartan una cesarea.
Me llevan al paritorio. Una vez allí aparecen mis amigos (con los que había estado cenando). Me alegra ver caras conocidas aunque ya no tengo miedo y estoy de un excelente humor, sé que mi bebe está bien y que ha llegado el día de conocernos. Han avisado a una de mis hermanas (a mi madre les dije que no la llamaran porque le puede dar algo) y se quedan allí conmigo hasta que ella llega, que no es mucho después.
Mi hermana se iba a quedar conmigo hasta que llegue mi pareja, a quien se ha encargado de llamar (yo no tuve mejor día que ese para dejarme el móvil en el coche, menos mal que el teléfono de mi hermana me lo sabía de memoria). Pobrecillo, ha salido de Granada hecho un manojo de nervios, espero que no corra mucho. He hablado con él para decirle que estamos bien, pero se le notaba nervioso.
Me ponen la epidural, aunque yo les dije que no sentía dolor ni contracciones, me recomiendan que me la ponga porque este no es un parto normal, sino de riesgo, y en caso de que haya que hacer cesarea de urgencia es conveniente tenerla ya puesta. Me quedaré con la duda de saber si pertenezco a ese 3% de mujeres que no sienten los dolores en el parto (al igual que pertenezco al 10% de las que no sufre molestias menstruales).
La noche va transcurriendo mientras que yo charlo con mi hermana. Estoy monitorizada pero me controlan desde otra habitación. De vez en cuando aparece alguien explorarme: 3 cm, 5 cm, dicen que aproximadamente se dilata 1 cm por hora y hasta el momento más o menos sigo ese ritmo, así que todavía me queda un rato y Victor ya está en Madrid, pero no encuentra el hospital, estamos en una zona nueva, el hospital también es nuevo y no aparece en el GPS. Ni siquiera la gente (aunque a las 4 y pico de la mañana poca gente hay a quien preguntar) de por ahí sabe indicar, así que mi hermana sale a buscarle.
Allí estoy yo, solita en el paritorio, deseando que llegue mi chico para compartir estos momentos con él. Al poco entra una ginecóloga para explorarme: estoy de 5 cm. Me dice que están detectando anomalías en el registro y que tienen que hacerme una prueba, me explica (ante mi pregunta) que consiste en extraer una muestra del cuero cabelludo del bebe para analizar la acidez de su sangre.
A partir de ese momento, todo ocurre muy rápidamente, el paritorio se llena de gente. La gine se enfada porque no tienen capilares preparados para la prueba, echa un buen rapapolvo a las auxiliares por ello. Creo que repiten la prueba 3 veces porque oigo 3 resultados distintos. Ya no me explican nada más, he dejado de estar ahí, he dejado de existir. La gine me mete la mano bastante dentro y dice algo que yo no entiendo, una posición, “nosequé posterior”, pero no se a que se refiere. Le pide a otra que lo compruebe y me vuelve a tocar varias veces “5 cm, no son 7…” . Me dicen que tengo que empujar, yo sigo sin sentir nada “ahora vas a empujar, cuando yo te dig, ¡ahora!a: empuja, empuja, empuja… suelta el aire, respira. OItra vez…¡ahora!” Yo hago todo lo que me dice, pongo todo mi empeño en ello, porque intuyo que de ello depende el bienestar de mi bebe. No siento dolor, les digo que me avisen cuando tenga que empujar porque no siento las contracciones. A la 3ª va la vencida. Empujo con todas mis fuerzas y siento como si una presión desapareciera, creo que es la cabeza que ha salido . Entretanto una conversación: “ ¡Qué bajen YA, que ya está aquí!” All segundo siento como sale el resto del cuerpo e inmediatamente se llevan al bebe a la ¿cuna? Y empiezan a hacerle cosas: le aspiran, le ponen una mascarilla (oxigeno), le ponen un gorro, le limpian…
Separados unos tres metros el uno del otro yo le miro y él me mira a mi. Siento ganas de llorar ¿Qué ha pasado? ¿Está bien? ¿Por qué no me lo traen? Me pregunto dónde esta Victor ¿habrá llegado ya? Al poco le dejan pasar y se queda junto al bebé mientras le reaniman. Mientras, entre mis piernas siguen trabajando, supongo que esperan a que salga la placenta, me cosen… pero lo que ocurre ahí abajo ya me da del todo igual. Quiero tener a mi bebe. Finalmente, me lo acercan unos minuntos para que lo vea ¿Qué le puedo decir? Quiero que sepa que soy su mamá que estoy contenta de que esté aquí, le hablo con las mismas palabras palabras que cuado estaba en mi barriga “gordito, guapo”… no me siento satisfecha, quiero cogerle en brazos, quiero intimidad en esa momento. No me gusta decir las primeras palabras a mi niño mientras lo sujeta una persona extraña, me siento cohibida, ajena… Pero enseguida se lo llevan. Victor me pregunta y le digo que se vaya con él, no quiero que mi niño esté solo sus primeras horas en este mundo, le digo “vete con él y tócale, acaríciale, hazle saber que no está aquí solo. No te preocupes, yo estoy bien”.
Me quedo sola en el paritorio, ya se ha ido casi todo el mundo. Solo un par de auxiliares recogen los restos… me preguntan que tal estoy y por ellas me entero que han utilizado fórceps para sacar al niño.
Hasta por la tarde no me pude levantar para ir a ver al niño. Esta en una incubadora, le toco a través de las ventanitas y le digo: “Querido hijo, soy tu mamá, me alegro mucho de que estés aquí. Estoy deseando tenerte en brazos, pasar tiempo contigo, aunque no nos hayan dejado estar juntos tus primeras horas, tengo toda la vida para conocerte y amarte”

A las que habéis llegado hasta aquí, muchas gracias por escuchar, por dejarme compartir esta historia.

Ains Raquel, qué emotivo.

1besote a los dos y disfrutad de este primer cumpleaños!

Me encanta como lo has contado!!!!!
Disfrutad muchisimo de este primer cumpleaños, es una fecha maravillosa.

Por cierto, mi madre pertenece a ese 3% que no sienten dolor en el parto, 3 partos, y ni se entero que estaba de parto. Llego al hospital en las tres ocasiones, y en media hora, nos tenia encima....

¿Qué pasó? ¿Por qué la incubadora? ¿Cuanto tiempo estuvo? Me has dejado a medias.

Nacio en la semana 34. Tuvieron que sacarlo rápidamente porque estaba empezando a sufrir, el apgar fue de 5-8 creo. O sea que tuvieron que reanimarlo un poco al nacer.
Peso 2,500 kg, lo que no esta nada mal teniendo en cuenta que le faltaba un mes y medio de gestación. Tuvo anemia, pero remonto expontaneamente y no fue necesario transfundir.
En la incubadora estuvo dos dias creo o puede que menos. No se exactamente el tiempo porque allí pierdes la noción del tiempo, en total estuvo ingresado 6 dias. También tuvo ictericia y estuvo 24 horas debajo de una lampara, auque esto lo tuvimos que estar controlando hasta los dos meses de edad que desapareció por completo.
Cuando salio de la incubadora empece a ponerle al pecho, y aunque las primeras veces fueron un poco frustrantes (creo que más por el estres de la situación y la gente que intervenia en el tema, unos bien otros mas que ayudar estresaban, pues parecia que estaban esperando a que me fuera para darle un "suplemeno") pronto le cogimos el truquillo. .

Desde entonces no he tenido ningun problema ni con la lactancia (ni grietas ni mastitis, ni crisis...) ni con la salud del niño en general (bueno, aparte de la ictericia y que necesito hierro los primeros meses),toquemos madera, no se ha puesto malo nada mas que una vez, con 4 meses, que se costipo un poco, pero no fue muy grave. No ha tenido fiebre nunca, esperemos que siga así.

Pues me alegro que al final haya ido todo tan bien y espero que continuéis así.

Que todo siga así de bién!
Enhorabuena por este año de maternidad, y muchísimas gracias por compartirlo!!!

A mi también me ha emocionado leer tu relato! En partos como el tuyo es cuando se agradece la existencia de un equipo médico que actuó en el momento justo!

Me alegro que tu Martin haya salido pronto de la incubadora, es que 34 semanas y 2500grs es siin duda algo buenísimo!!! BIEN!!! Y bueno, pues ahí esta esa lactancia perfecta! Que alegría!!

Me ha gustado muchísimo tu relato, me ha conmovido profundamente.

Felicidades a Martin por esté primer año de amor, de aventura, de tetita.

Besos

Muchas felicidades a ti y al valiente de Martin, que tenía prisa por conocer a sus papás jeje, eso si, estabas con la compañia adecuada ese dia jaja

Ufff, yo ando muy sensible últimamente para leer relatos tan emotivos, pero no quería perdérmelo, y ufff, como he sufrido contigo al leerlo, menos mal que el mal trago se quedó en los primeros días y que luego la salud de Martín ha sido de hierro.

¿Te imaginas haberlo parido de 38 y 40 semanas? hubiera sido todo un hombretón e incluso te habrían hecho falta los forceps por su gran tamaño , no por la urgencia de sacarlo, en fin, me alegra saber que ahora todo está bien.

Besitos lácteos

Te imaginas haberlo parido de 38 y 40 semanas?

Eso pensaba yo, que cuando fui a la ecografia en la semana 32 me dijeron que pesaba 2,300 Kg, y yo tenia entendido que en las ultimas semanas es cuando mas peso cogian esperaba un niño de 4kg. Por eso le llamaba "gordito"

Madre mía, menuda historia. Yo también me he emocionado leyéndote.
Muchísimas felicidades.

Hola!Que relato,me sentí identificada con muchas partes de tu relato...mi chuiqui y yo tambien pasamos los primeros2 dias,si dias, separados!!es algo que no quiero recordar.

Lo importante como dices, es que estan juntos,sanos y llenos de amor.Te animas por otro'??

Saludos y gracias por compartir tan apasionante historia de parto.

PD.que envidia ser del 10% que no sufre de sintomas premenstruales

Gracias por compartir tu historia. Martin es guapisimo, felicidades por tener a un niño tan hermoso. Besos.